Dirigir la mirada hacia dónde uno quiere o conectar con aquello que nos hace bien.
Asumir que seguir nuestro camino no es dar la espalda, es ir hacia la verdad.
Observar que los "tengo que" o los "debería de" son veneno para el ser.
Darse cuenta de que seguimos patrones familiares, sociales, de género o de cualquier otra índole, que ni son nuestros, ni nos gustan, ni nos hacen bien.
Apagar el automático de nuestra mente y confiar. Confiar en los instintos, en el sentir, en lo que nos hace vibrar.
Deshacerse de "papeles" que ya no nos apetece interpretar. De hijo o padre perfecto, de amiga o compañera ideal.
Saltarse normas que no sólo nos parecen ridículas, sino que van en contra de todo nuestro ser y sentir.
Saber distinguir quién nos gusta de quién no lo hace.
Integrar el verdadero significado del verbo amar.
Todas esas cosas pueden parecer difíciles de alcanzar o puede darnos vértigo caminar o saltar hacia ellas.
Sin embargo, son la clave para alcanzar la "libertad".
No dejes de mirarte.
Estás a un paso de la reconciliación.
Prueba la Fotografía Consciente.
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